La medicina oriental trata la preenfermedad, velando para que el paciente se mantenga sano y no enferme.
Con la intención de paliar el miedo a una nueva experiencia, quiero informaros que la principal intención es que el paciente se recupere lo antes posible y por eso este apartado.
Más de la mitad de mis pacientes nunca antes habían sido tratados con acupuntura. Mi intención es mejorar como profesional mediante la formación continuada para llegar a más gente cada día, que puedan venir a visitarse por primera vez.
La acupuntura, con más de 3000 años de historia en Japón y China, permite tratar la inmensa mayoría de síntomas descritos actualmente en medicina occidental.
La aguja que uso en la clínica es desechable, por lo tanto no existe riesgo de infección ni transmisión de enfermedades. Evidentemente no se reutiliza.
La mayoría de pacientes afirma en su primera visita que no siente dolor en la inserción de la aguja. La clave es el grosor de ésta. Cuanto más fina menos dolor produce.
Las agujas hipodérmicas de inyección usadas habitualmente en hospitales son de 0’6 a 0’8 mm de grosor, en cambio las agujas de acupuntura japonesa tienen un diámetro de 0’1 a 0’3 mm. Casi una quinta parte.
El aguijón de un mosquito es de 0’08 mm. Por eso no notamos la picadura. Nuestra aguja tiene un diámetro más cercano al aguijón del mosquito que a las agujas hipodérmicas de hospital.
Los fabricantes siguen desarrollando nuevos diseños de puntas de aguja para minimizar el dolor en su inserción. Algunos pacientes comparan la inserción de la aguja con el dolor que produce arrancar un pelo.
Quizás siendo la primera vez que te planteas tratarte con acupuntura no sabes si sería mejor recibir tratamiento cuando tus síntomas son más intensos o cuando ya ha pasado el pico de intensidad. Con la acupuntura puedes tratarte en el momento en que lo necesites.
Por ejemplo; en casos de migraña, durante la fase más aguda, cuando sientes mucho dolor y tienes dificultad incluso para salir de casa, es bueno guardar reposo y venir a consulta cuando te encuentres un poco mejor. Pero si el dolor no es tan fuerte y te permite acudir a la consulta, el tratamiento puede ayudar a recuperarte antes.
En la primera visita, de unos 45-60 minutos, realizo preguntas al paciente que me aportan información para entender sus dolencias. Valoro también su aspecto general, la manera de moverse, de hablar y de mirar, así como su olor. Conviene no acudir con perfumes u otros cosméticos con aromas para poder valorar correctamente estos aspectos diagnósticos.
Posteriormente valoro el pulso y realizo palpación del abdomen y/u otras partes del cuerpo. Durante la fase diagnóstica, mientras valoro el pulso y durante la palpación, necesito estar muy concentrada porque a través de las manos recibo mucha información importante que debo procesar. Las visitas sucesivas suelen durar 30-45 minutos
Tratamiento: En función del diagnóstico aplico las agujas en puntos determinados.
Posteriormente valoro la efectividad de la aplicación de cada una de las agujas. Esto me permite reducir el número de agujas, usando puntos más específicos. De esta manera el tratamiento es más suave para el cuerpo.